Transcribo a continuación fragmentos de una nota que Carbajal escribiera en 2003 cuando residía yo en San Pablo. Aparece en este texto toda su energía, su explosión y su gigantesco bagaje de cultura e información.
CASTERAN ES AHORA PAULISTA. Miguel Carbajal.
El quinto territorio del mundo, la undécima economía del mundo, el carnaval más grande del mundo y por corto tiempo el gobernante más popular del mundo.(....................)
Vecinos de un país tan poderoso, la diferencia linguística levanta una barrera cultural que asusta a los uruguayos, más bien intrépidos.
Costigliolo y María Freire despertaron en en Bradil un entusiasmo plástico que todavía hoy perdura. Ese país les concedió una calidad de maestros que la novelería porteña no supo advertir de entrada.Es el grupo Madí lo que ha cotizado a Freire en el área y multiplicado su valor internacional, mientras Costi duerme su siesta de gigante. La Bienal de San Pablo supo detectar el talento de Spósito. La bossa nova ha utilizado profusamente a los hermanos Fattoruso en sus grabaciones. Los arquitectos uruguayos triunfan en Brasil.(.............................................)
¿Hay que ser muy aventurero para instalarse en Brasil? Hay que tener mucho coraje, por lo menos. Ion Muresano fue de los adelantados en fijar residencia en Rio, donde ha desplegado una valiosa carrera de escultor y de aquitecto al mismo tiempo. El hijo de aristócrata rumano vinculado a una Corte que los comunistas diezmaron, se formó en el taller Torres García y en la Facultad de Montevideo antes de instalar sus reales en lo alto de Santa Terezinha y el recorrido en bondi por Dos Irmaos.El doble colega Nino Patrone, plástico y también arquitecto, prefirió San Pablo como multiplicador de sus éxitos profesionales y artísticos. Al dúo se sumó recientemente Jorge Casterán. (......................)
Amigo de los gestos osados (se instaló un tiempo en Punta del Este en invierno, con la única compañía de Ferreyra Santos), Casterán cortó sus nutridas vinculaciones con los arquitectos nacionales que lo utilizaban como una especie de muralista, vendió su apartamento de la Ciudad Vieja y a la edad en que otros piensan en achicar el ritmo, quemó las naves y se marchó a San Pablo, un mercado inmobiliario que desvelaba sus sueños.(Continúa)
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